Hay cosas muy difíciles de entender. Estamos ante una de ellas.

Cuando parecía que la sensatez había hecho recapacitar, a quien corresponda, sobre lo que significa destruir un árbol con mas de 50 años de edad sin que exista una necesidad imperiosa de hacerlo ….. nos encontramos de buenas a primeras con la masacre vegetal que todos podemos ver y que ilustra este escrito.

Los vientos de los últimos días han derribado pinos en nuestra Urbanización. Esto es cierto. Y los pinos derribados o con riesgo de generar accidentes deben ser talados o cortados (obviamente de modo razonado, racional y ajustado a derecho). Hasta aquí, nos guste ó no, puede estar justificada la tala de un ejemplar del porte de los que ilustran este escrito.

Lo que no alcanzamos a entender, como personas con una cierta sensibilidad hacia las especies que nos rodean, el medio ambiente en que vivimos, la responsabilidad de legar un planeta a nuestros sucesores, la responsabilidad ineludible de hacer un uso lo mas razonable posible de los recursos naturales a nuestro alcance, e incluso, desde el prosaico planteamiento meramente económico del valor de nuestro patrimonio es quien, y por qué ha decidido llevar a cabo este desatino.

Hoy, después de esta peculiar “razzia”, nuestros paseos tienen, al menos, una docena de pinos de gran porte, menos. Hoy tenemos las aceras con troncos descomunales que hacen aún más imposible el tránsito por las mismas (¡¡nos vamos superando!!) y los tocones que ya veremos cuando se arrancan. Hoy tenemos una minusvaloración de los atractivos de nuestra Urbanización. Hoy tenemos unos cuantos “cadáveres” probablemente innecesarios.

Hoy hemos gastado parte, por pequeña que sea, de nuestros impuestos en devaluar nuestro patrimonio. Hoy hemos gastado dinero y recursos en debilitar nuestros recursos naturales en modo innecesario.

Como se entere Greta ……… ¿o quizá lo adecuado es dar traslado de esta barbaridad a las instancias que correspondan?.

¡¡¡ Ésto no es de recibo !!!